viernes, 28 de febrero de 2020

IN MEMORIAM: hombre cohete, tigre impar, haijín de Lucena.

A Manolo Lara Cantizani

Fue en 2008 cuando la revista Saigón despegó realmente como un cohete. Después de un momento crítico y gracias a las ideas de la desenfrenada cabeza de Manolo, nuestra hija tomaba un nuevo formato que le daba seriedad, identidad y alas para volar, surcar océanos inmensos, elevando las voces de los poetas lucentinos, cordobeses, andaluces y españoles al resto del mundo.

Presentación de Saigón 9. Mayo de 2008.
A la izquierda de Manolo, su amigo Manuel Guerrero y el Catedrático egabrense José Luis Casas; a su derecha, Jesús Gómez, Concejal de Cultura de Cabra y Julián Valle Rivas, escritor y jurista lucentino.

Las ideas del genio lucentino siempre despegaban a gran velocidad, cargadas de historia y de cultura. La identidad lucentina ha transitado como el vuelo del ave migratoria y, sobre las alas de nuestro haijín, ha hallado el calor de manos como las de Alfonso Guerra, Manuel Zafra, Pablo García Baena, Alejandro López Andrada, Manuel Gahete, María Rosal, Eduardo Gómez, José Infante, Javier Moro, Ángeles Mora, Jesús Aguado, María Victoria Atencia, Raquel Lanseros, su buen amigo Luis Alberto de Cuenca, Álvaro Morte, Santi Rodríguez, Joselito o Whoopi Goldberg; además de las de miles de personas anónimas que duermen bajo nuestros textos. Sin duda alguna, Manolo regaló a Saigón un par de alas para volar y alcanzar rincones que jamás soñó el pequeño grupo de amigos de la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba que fundó Naufragio.
Manuel Guerrero, Jacob Lorenzo, Manolo y Antonio Cruz Casado.

La cultura de Lucena, de la provincia y, diríamos, de la región, sufre a partir de hoy la gran pérdida de un gran haijín, que concebía la realidad y los sentimientos en diecisiete moras, y así nos la hizo ver a sus lucentinos cuando hace dos años conocíamos su dura lucha (Haikus del Buen Amor). Decimos "hasta pronto" a un gestor cultural que se ha encargado de desenterrar el tesoro hebreo que dormía bajo los pies de Lucena, Al Yussana o La perla de Sefarad: La ciudad de las tres culturas. 

Manolo Lara, Manolo Guerrero y Antonio Cruz.
Nos despedimos de un amigo sonriente, enérgico, incombustible...

Presentación de Vieja Túnica y otros relatos, de Manuel Guerrero Cabrera. Junto a Manolo, Antonio Rafael García Olvieros, José María García y Manolo Delgado. Abajo, de izquierda a derecha, Lourdes Fuentes, Manuel Guerrero, Sensi Budia y Magdalena Rueda.

Que la tierra le sea leve al tigre impar, que ha roto los barrotes del cuerpo para continuar en otro lugar, en el paraíso de las letras y del espíritu más puro. Hoy ya camina sin peso y nosotros aspiramos a alcanzar su recuerdo, que se queda en su Lucena y su gente, que ahora llorará en diecisiete sílabas.
Manolo Lara y Manolo Guerrero, entre risas, disfrutando de la Cultura en la presentación de Saigón 16.

Descansa en paz.

El tigre, el hombre
cohete, ya partió
al infinito.

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